Aunque las autoridades aseguran que el desperfecto está siendo atendido, la demora en su reparación ha desatado críticas, especialmente de personas mayores y con movilidad reducida.

“El cartel dice ‘en reparación’, pero no hay nadie trabajando. Nosotros somos los que sufrimos la falta de este servicio”, comentó una vecina que utiliza el acceso a diario. 

Las escaleras no son una alternativa viable para todos, lo que deja a muchos sin opciones cómodas para cruzar este sector tan transitado.

El ascensor, que ya ha enfrentado fallas recurrentes en el pasado, se ha vuelto una fuente constante de quejas. Según testigos, no hay personal técnico visible en la zona, lo que ha llevado a especular sobre la falta de prioridad en su mantenimiento.

Las autoridades responsables no han brindado detalles claros sobre el avance de las reparaciones ni una fecha estimada para su reactivación. Por el momento, los usuarios deberán seguir lidiando con las incomodidades mientras esperan una solución definitiva.